domingo, 8 de mayo de 2011

SILVIO MONTEJO: “El primer loco fui yo”

Pongo a su consideracion esta interesante entrevista de Luis Lopez Viera, del periodico Juventud Rebelde, con uno de los grandes peloteros cubanos que me encantaba ver jugar, una especie de Victor Mesa , cuando en Cuba sobraban lanzadores de calidad y se juegaba de verdad por amor a la camiseta…

Se mudó hace poco para su nuevo barrio en Santa Clara y ya todos saben donde vive. «Montejooooo», grita nuestro fotógrafo desde abajo, antes de subir las escaleras, y él aparece en unos segundos por el balcón.

Silvio Montejo Boffill está igualito al de las fotos que he visto por montones. Sin embargo, ahora tiene 65 años y sus rodillas muestran las cicatrices de varias operaciones.

Este hombre se robó el home primero que nadie en el béisbol revolucionario y le decían «la bala de Caibarién» —allí nació— por su extraordinaria velocidad. De hecho, practicó atletismo y corrió los cien metros planos. Estuvo entre los cinco mejores del ranking nacional en algún momento de los años 60, codeándose con figuras como Enrique Figuerola y Lázaro Betancourt.

—¿Por qué se decidió por la pelota?

—Quizá porque en mi familia había tradición. Mi hermano, Manuel Montejo, jugó pelota en las Grandes Ligas. A finales de los años 50 empecé a jugar en una liga que se llamaba Los cubanitos, junto con Emilio Madrazo, Enrique Oduardo y otros muchachos. Luego pasamos a los juveniles. En esa categoría logré hacer el equipo Cuba para una serie mundial que se celebró en La Habana en 1961, donde quedamos en segundo lugar, detrás de México.

—¿Es cierto que debutó como lanzador en las series nacionales?

—Así mismo. Fue en 1964, como refuerzo de Orientales, después de pasar por el servicio militar. Pero tuve problemas en el brazo. Entonces Pedrito Pérez y Natilla Jiménez me pusieron en primera base, porque querían aprovechar mi velocidad y sabían que yo era buen bateador.

—¿Cómo «se mudó» para el jardín central?

—Un día, en Matanzas, Pedrito me pidió que jugara en esa posición. Estábamos en una serie regional central, donde participaban Azucareros, Las Villas, Henequeneros y Matanzas. En aquel momento (1966) en el equipo de Las Villas teníamos a Inocente Miranda en primera base como refuerzo, pero los jardineros eran muy malos. Así empezó todo.

—¿Cuándo nació la leyenda de Silvio Montejo en el jardín central?

—No sabría decirte. Quizá cuando llegué por primera vez al equipo Cuba, para el Campeonato Mundial de 1969 en Santo Domingo. En ese momento los jardineros fuimos Fermín Laffita, Rigoberto Rosique y yo. Al año siguiente, en los Centroamericanos de Panamá, entraron Armando Capiró y Wilfredo Sánchez. Rotábamos.

—¿Por qué mucha gente dice que el primer loco de la pelota cubana fue usted?

—Porque es verdad. Me gustaba la pelota caliente, tirarme contra las cercas, aunque en aquella época no había colchones. También robar bases. Recuerdo que entre Juan «Canillita» Díaz y yo robamos 94 bases en la temporada de 1967-1968 con Las Villas. Ese es un récord difícil de igualar.

—¿Existe algún secreto para robar bases?

—Hay que estudiar los movimientos del lanzador. Natilla nos enseñó. Él decía que cuando el pitcher tirara curvas nos fuéramos si queríamos, siempre con un out. Claro, con dos outs esa jugada no se hace y sin outs puede matar un rally.

—¿De qué depende la ubicación de los jardineros en el terreno?

—Primero hay que fijarse para dónde están pidiendo los lanzamientos. Pero también los jardineros deben guiarse por el oído, igual que los receptores. Por ejemplo, Rosique tenía tremendo sentido del batazo, desde que salía. Además, con el tiempo uno va conociendo poco a poco a los bateadores y a los lanzadores. Por eso no entiendo cómo ahora casi todos los jardineros juegan igual.

—¿Hay diferencias entre aquella pelota y la de hoy?

—Ahora se batea más. Recuerdo que el difunto José Antonio Huelga decía: «A mí el que pese menos de 140 libras no me da jonrón». Seguramente influyen la pelota y el bate, pero también el pitcheo es más flojo. Natilla tenía un grupo de lanzadores para los equipos fuertes: Huelga, Macías, Legón, y otros. El resto trabajaba frente a los demás conjuntos y sabía que no podían perder.

—¿Por qué se retira Montejo?

—Me retiré cuando me empezó a costar trabajo hacer mis cosas en el terreno. Ya estaba cansado. Quizá si hubiera sido un pelotero más pasivo todavía estuviera jugando. Pero también había que darle su oportunidad a los muchachos nuevos. Aquí no se puede vivir con el nombre. En aquel momento (1977) entraron Juan Mesa y Víctor Mesa. Me mandaron un tiempo para primera base, pero no tenía sentido.

—¿Cómo le ha ido después del retiro?

—He tenido una vida muy sana. Estuve en Nicaragua como entrenador y después en Venezuela.

—¿Ha dirigido algún equipo en Cuba?

—No me gusta. La disciplina conmigo es muy importante y quizá no me adaptaría a los muchachos de hoy. Trabajé con Juan Mesa en algunas series provinciales, pero hasta ahí. Siempre me gustaron los managers recios.

«Recuerdo la vez que le rompí un récord de triples a Pedro Chávez, pero Natilla me había mandado a esperar porque estábamos debajo en el marcador. Todo el mundo salió a felicitarme y él me dijo: te vas para el banco, para que la próxima vez cojas bien las señas».

—¿No ha intentado trabajar con las categorías pequeñas?

—Lo hice un tiempo, pero me faltó paciencia. A veces uno les exige muchas cosas a los niños, como si fueran grandes. Además, se necesita visión para discriminar a los talentos.

—¿Se le quedó algo por hacer en el terreno?

—Al menos robarme el home tres veces más. Lo hice solo en una ocasión. Fue en un juego frente a Constructores. Después íbamos para Guantánamo y Jesús Oviedo, el manager, me dijo: si te robas el home no vas a Baracoa. Muchacho, salí como una flecha. Tenía que quitarme aquel viaje en la última serie del campeonato. Por cierto, estaba lanzando Marquetti.

—¿Qué consejo le daría a los peloteros jóvenes?

—Defender su uniforme. El atleta que no se entregue por su provincia, o juegue «a media máquina», no tiene derecho a estar en el equipo Cuba.

«Nosotros jugábamos para ganar. Por ejemplo, si teníamos hombre en segunda y venía a batear Emilio Madrazo, él trataba de empujar la bola hacia la banda derecha; no le importaba ser out, sino avanzar al corredor. Eso se llama jugar para el equipo. Ahora hay mucho individualismo y nadie puede decir lo contrario».

—¿Lo expulsaron de algún juego?

—Nunca. Metía mis berrinches sin pasarme de rosca. Claro, entonces los árbitros no provocaban, sino se retiraban o daban la espalda cuando el pelotero iba a perder la cabeza. Ahora muchos «ampayas» encaran a los atletas y eso está mal.

—¿Usted cree que ha bajado el nivel de la pelota cubana?

—Un poco. Hay que buscar más calidad. La Liga de Desarrollo es muy importante, pero a la par con la serie nacional. La pelota tiene que ser un sube y baja. Si te mandan para abajo por poco rendimiento enseguida quieres volver a subir y pondrás más interés. También debemos buscar topes internacionales de nivel.

—¿Por qué no gana Villa Clara?

—(Se ríe) Al majá, si está en el suelo, dale en la cabeza. Ahora Villa Clara no sabe rematar. En la serie especial de los diez millones, Las Villas tenía que ganar nueve juegos para ser campeón y los ganamos todos. Pero eran otros tiempos.

martes, 3 de mayo de 2011

CUBA tiene un nuevo CAMPEON de pelota...


Después de 13 años Pinar del Río llegó a la tierra prometida, quizás en la peor barca, con el viento en contra, pero confiando en su historia, siempre con la certeza del campeón.

Otra vez los verdes se montaron en su Torre, esa que muchos conocen por Yosvani y pocos pudieron tomar.

Seis carreras fueron muchas para el apetito de los tigres, incapaces como gallos y elefantes de frenar a los vueltabajeros.

Apenas una vez inquietaron al minero, decisivo y vital, recordista con seis coronaciones a la hora de matar, simplemente letal.

El partido no tuvo mucha historia, Ciego marcó primero en el segundo, con bases llenas marcó solo una ahí terminó su historia y sus ganas de luchar.

Pinar respondió rápido, con tres en el tercero, a línea limpia, y el Cepero se tragó el rugido. 21 outs después murieron los de Roger.

La campaña vueltabajera no lleva epítetos ni frases grandilocuentes, solo trasciende por lo difícil, poco reconocible, y grandeza...a la vez de los peloteros más occidentales.

Quien vive en Cuba, específicamente en Pinar, disfrutó como nadie la victoria, pero al mismo tiempo escuchó con desconfianza la hipócrita alabanza lanzada por los medios nacionales...nada, que si el campeón de la Serie de Oro vistiera de azul, no gallos, pero pónganle el nombre al nuevo animal cantante.

Felicidade pues para el equipo Pinar de Río, más allá de sus apódos, a Urquiola, su cuerpo técnico y compañía, a los peloteros, el pueblo pinareño y todos los que desde el primer día vivieron los colores, a los demás; a los que no creyeron, solo dos palabras: PINAR CAMPEÓN. (Fuente: Periodico Guerillero)

sábado, 30 de abril de 2011

Novato Rabí mantiene a Ciego de Avila en la lucha en pelota de CUBA

Pinar del Río.- El novato Yadil Rabí lanzó este viernes como un veterano y guió a Ciego de Avila al triunfo por 3-1 sobre Pinar del Río para mantener a su equipo con vida en la Gran Final del Campeonato Cubano de béisbol.

Rabí, de 22 años de edad, lanzó ocho entradas y un tercio, en las cuales permitió una solitaria carrera, con siete hits y tres ponches propinados, para apuntarse el triunfo más importante de su corta carrera.

Fue el juego más grande de mi vida, confesó poco después el novel pitcher, quien aseguró que la presión por ganar y la del público rival lo incitan siempre a trabajar a su mejor nivel.

Los avileños se adelantaron en el mismo primer inning, cuando el jardinero central Yoelvis Fiss pegó elevado de sacrificio al jardín central para remolcar desde tercera al camarero Raúl González.

Imagen activa Fiss pegó un cuadrangular en la parte alta del noveno capítulo, con el cual igualó el récord de jonrones para una postemporada, con ocho, en poder del industrialista Alexander Malleta desde la temporada de 2007.

El jardinero central llegó también a las 23 impulsadas y se colocó a una del primado para rondas de play off, en poder del santiaguero Rolando Meriño, en tanto acumula 28 hits, los mismos que consiguieron alguna vez el santiaguero Héctor Olivera y el villaclareño Ariel Borrero.

Rabí tuvo un gran rival en el zurdo pinareño Julio Alfredo Martínez, pero esta vez el jovencito local no contó con el respaldo de los suyos, quienes dejaron muchas veces la posibilidad de marcar en las almohadillas.

A diferencia del as Vladimir García, la víspera, esta vez Rabí fue muy bien defendido, sobre todo en el cuarto inning, cuando el jardinero derecho Rusney Castillo saltó sobre las cercas y le robó un jonrón al inicialista Willian Saavedra, que hubiera emparejado las acciones.

Ambos equipos se moverán mañana a Ciego de Avila, en cuyo estadio, el José Ramón Cepero, se medirán el venidero lunes, en un choque para el cual el manager Roger Machado anunció al mundialista Vladimir García.

Alfonso Urquiola, el timonel pinareño, mandará al box a Yosvani Torres.

El primero en ganar cuatro partidos se convertirá en el nuevo campeón del béisbol cubano. (Hector Miranda, PL)

viernes, 29 de abril de 2011

Pinar del Río a un paso del título de la pelota cubana

Los Vegueros de Alfonso Urquiola pusieron en punto de mate la gran final de la pelota cubana, tras vencer en la noche de este jueves a la selección de Ciego de Ávila con marcador de cinco carreras por cuatro.

Los pinareños contaron con una excelente labor monticular de Vladimir Baños, quien durante las ocho primeras entradas apenas permitió una carrera sucia y dos imparables a los Tigres de Roger Machado, los que al campo defendieron muy mal a su principal carta, Vladimir García, lo que les comprometió el juego.

Los cuatro errores de los avileños posibilitaron que el marcador se separara y llegara a la apertura del noveno capítulo con diferencia de cinco por una. En esa situación, Baños concedió un boleto a Yorbis Borroto y permitió el tercer imparable a sus rivales, salido del bate de Rusney Castillo.

En esa situación, Urquiola apeló al relevista Jesús Guerra, el que fue irrespetuosamente recibido por Yoelvis Fiss con cuadrangular al primer lanzamiento que cerró el marcador, pero resultó imposible para los visitantes concretar el empate que tanto necesitaban para aspirar a una victoria que nivelara las acciones. En definitiva Guerra se apuntó juego salvado.

Ahora Ciego de Ávila enfrenta el difícil reto de triunfar en los tres desafíos pendientes para consumar su aspiración de llevarse el título de la Serie de Oro, un deseo que los pinareños aspiran impedir este propio viernes, cuando desarrollen el tercer juego como anfitriones en el Capitán San Luis, ante cuya afición quieren concretar la hazaña de hacerse de un campeonato que pocos vaticinaron.

Si la posibilidad de contar con su mejor carta, Vladimir García, le daba un ligero favoritismo a los avileños este jueves, este viernes la suerte parece estar del lado de los pativerdes, que pudieran depender del zurdo Julio Alfredo Martínez, mientras Roger Machado anunció a Yadir Rabí como el lanzador en el que depositará su confianza para lograr que el play off retorne al “José Ramón Cepero”. (Humberto Concepcion, periodico ESCAMBRAY)

jueves, 28 de abril de 2011

Delante Pinar del Rio en final de pelota de CUBA

La Habana, Cuba.- Por segunda jornada consecutiva, Pinar del Río superó a Ciego de Ávila en la Gran Final de la pelota cubana, con KO de (14x4), apoyados en su artillería pesada y buena faena monticular del derecho Yosvani Torres (15-8).

Los aficionados asistentes al estadio Capitán San Luis disfrutaron del despiadado ataque ofensivo desplegado por sus representantes, que incluyó bambinazos en el mismo acto inicial de Donal Duarte, William Saavedra, Mijaín Rivera y Reidel Álvarez, que decretaron la expulsión del box del abridor Yander Guevara (9-7) y el primer relevista Pedro Echemendía, completando un racimo de cinco rayas.

En el siguiente episodio, los ganadores volvieron nuevamente a la carga, fabricando un total de seis carreras, donde se combinaron doblete de Saavedra, sencillo de Rivera y pa´la calle de Luis Alberto Valdés, el número 26 de los más occidentales récord nacional para la postemporada, que fue ampliado a 27 en la sexta por el sustituto Pedro Luis Rodríguez, con soberana línea por encima de los colchones del jardín derecho, a costa de Víctor Baró, quinto tirador utilizado por el alto mando visitante.

Desde el montículo, el derecho de Minas se encargó de limitar la ofensiva avileña a siete inatrapables, a pesar de soportar cuatro limpias durante igual cantidad de entradas ponchando a cinco rivales, sumando su quinta sonrisa en los play off, líder junto a Vladimir García. El último capítulo fue tirado por Erlis Casanova que no permitió libertades

El propio derecho de Morón ha sido anunciado para trabajar por su equipo en el choque de este jueves, mientras por los anfitriones que dominan la serie (2-1) será el también diestro Vladimir Baños, que el pasado domingo se apuntó salvamento, con efectivo relevo de dos entradas y dos tercios en el José Ramón Cepero.

Obligados a ganar están los dirigidos por Roger Machado hoy jueves, pues de lo contrario se verán contra la pared a falta de tres encuentros. (Tomado de Radio Rebelde)

domingo, 8 de mayo de 2011

SILVIO MONTEJO: “El primer loco fui yo”

Pongo a su consideracion esta interesante entrevista de Luis Lopez Viera, del periodico Juventud Rebelde, con uno de los grandes peloteros cubanos que me encantaba ver jugar, una especie de Victor Mesa , cuando en Cuba sobraban lanzadores de calidad y se juegaba de verdad por amor a la camiseta…

Se mudó hace poco para su nuevo barrio en Santa Clara y ya todos saben donde vive. «Montejooooo», grita nuestro fotógrafo desde abajo, antes de subir las escaleras, y él aparece en unos segundos por el balcón.

Silvio Montejo Boffill está igualito al de las fotos que he visto por montones. Sin embargo, ahora tiene 65 años y sus rodillas muestran las cicatrices de varias operaciones.

Este hombre se robó el home primero que nadie en el béisbol revolucionario y le decían «la bala de Caibarién» —allí nació— por su extraordinaria velocidad. De hecho, practicó atletismo y corrió los cien metros planos. Estuvo entre los cinco mejores del ranking nacional en algún momento de los años 60, codeándose con figuras como Enrique Figuerola y Lázaro Betancourt.

—¿Por qué se decidió por la pelota?

—Quizá porque en mi familia había tradición. Mi hermano, Manuel Montejo, jugó pelota en las Grandes Ligas. A finales de los años 50 empecé a jugar en una liga que se llamaba Los cubanitos, junto con Emilio Madrazo, Enrique Oduardo y otros muchachos. Luego pasamos a los juveniles. En esa categoría logré hacer el equipo Cuba para una serie mundial que se celebró en La Habana en 1961, donde quedamos en segundo lugar, detrás de México.

—¿Es cierto que debutó como lanzador en las series nacionales?

—Así mismo. Fue en 1964, como refuerzo de Orientales, después de pasar por el servicio militar. Pero tuve problemas en el brazo. Entonces Pedrito Pérez y Natilla Jiménez me pusieron en primera base, porque querían aprovechar mi velocidad y sabían que yo era buen bateador.

—¿Cómo «se mudó» para el jardín central?

—Un día, en Matanzas, Pedrito me pidió que jugara en esa posición. Estábamos en una serie regional central, donde participaban Azucareros, Las Villas, Henequeneros y Matanzas. En aquel momento (1966) en el equipo de Las Villas teníamos a Inocente Miranda en primera base como refuerzo, pero los jardineros eran muy malos. Así empezó todo.

—¿Cuándo nació la leyenda de Silvio Montejo en el jardín central?

—No sabría decirte. Quizá cuando llegué por primera vez al equipo Cuba, para el Campeonato Mundial de 1969 en Santo Domingo. En ese momento los jardineros fuimos Fermín Laffita, Rigoberto Rosique y yo. Al año siguiente, en los Centroamericanos de Panamá, entraron Armando Capiró y Wilfredo Sánchez. Rotábamos.

—¿Por qué mucha gente dice que el primer loco de la pelota cubana fue usted?

—Porque es verdad. Me gustaba la pelota caliente, tirarme contra las cercas, aunque en aquella época no había colchones. También robar bases. Recuerdo que entre Juan «Canillita» Díaz y yo robamos 94 bases en la temporada de 1967-1968 con Las Villas. Ese es un récord difícil de igualar.

—¿Existe algún secreto para robar bases?

—Hay que estudiar los movimientos del lanzador. Natilla nos enseñó. Él decía que cuando el pitcher tirara curvas nos fuéramos si queríamos, siempre con un out. Claro, con dos outs esa jugada no se hace y sin outs puede matar un rally.

—¿De qué depende la ubicación de los jardineros en el terreno?

—Primero hay que fijarse para dónde están pidiendo los lanzamientos. Pero también los jardineros deben guiarse por el oído, igual que los receptores. Por ejemplo, Rosique tenía tremendo sentido del batazo, desde que salía. Además, con el tiempo uno va conociendo poco a poco a los bateadores y a los lanzadores. Por eso no entiendo cómo ahora casi todos los jardineros juegan igual.

—¿Hay diferencias entre aquella pelota y la de hoy?

—Ahora se batea más. Recuerdo que el difunto José Antonio Huelga decía: «A mí el que pese menos de 140 libras no me da jonrón». Seguramente influyen la pelota y el bate, pero también el pitcheo es más flojo. Natilla tenía un grupo de lanzadores para los equipos fuertes: Huelga, Macías, Legón, y otros. El resto trabajaba frente a los demás conjuntos y sabía que no podían perder.

—¿Por qué se retira Montejo?

—Me retiré cuando me empezó a costar trabajo hacer mis cosas en el terreno. Ya estaba cansado. Quizá si hubiera sido un pelotero más pasivo todavía estuviera jugando. Pero también había que darle su oportunidad a los muchachos nuevos. Aquí no se puede vivir con el nombre. En aquel momento (1977) entraron Juan Mesa y Víctor Mesa. Me mandaron un tiempo para primera base, pero no tenía sentido.

—¿Cómo le ha ido después del retiro?

—He tenido una vida muy sana. Estuve en Nicaragua como entrenador y después en Venezuela.

—¿Ha dirigido algún equipo en Cuba?

—No me gusta. La disciplina conmigo es muy importante y quizá no me adaptaría a los muchachos de hoy. Trabajé con Juan Mesa en algunas series provinciales, pero hasta ahí. Siempre me gustaron los managers recios.

«Recuerdo la vez que le rompí un récord de triples a Pedro Chávez, pero Natilla me había mandado a esperar porque estábamos debajo en el marcador. Todo el mundo salió a felicitarme y él me dijo: te vas para el banco, para que la próxima vez cojas bien las señas».

—¿No ha intentado trabajar con las categorías pequeñas?

—Lo hice un tiempo, pero me faltó paciencia. A veces uno les exige muchas cosas a los niños, como si fueran grandes. Además, se necesita visión para discriminar a los talentos.

—¿Se le quedó algo por hacer en el terreno?

—Al menos robarme el home tres veces más. Lo hice solo en una ocasión. Fue en un juego frente a Constructores. Después íbamos para Guantánamo y Jesús Oviedo, el manager, me dijo: si te robas el home no vas a Baracoa. Muchacho, salí como una flecha. Tenía que quitarme aquel viaje en la última serie del campeonato. Por cierto, estaba lanzando Marquetti.

—¿Qué consejo le daría a los peloteros jóvenes?

—Defender su uniforme. El atleta que no se entregue por su provincia, o juegue «a media máquina», no tiene derecho a estar en el equipo Cuba.

«Nosotros jugábamos para ganar. Por ejemplo, si teníamos hombre en segunda y venía a batear Emilio Madrazo, él trataba de empujar la bola hacia la banda derecha; no le importaba ser out, sino avanzar al corredor. Eso se llama jugar para el equipo. Ahora hay mucho individualismo y nadie puede decir lo contrario».

—¿Lo expulsaron de algún juego?

—Nunca. Metía mis berrinches sin pasarme de rosca. Claro, entonces los árbitros no provocaban, sino se retiraban o daban la espalda cuando el pelotero iba a perder la cabeza. Ahora muchos «ampayas» encaran a los atletas y eso está mal.

—¿Usted cree que ha bajado el nivel de la pelota cubana?

—Un poco. Hay que buscar más calidad. La Liga de Desarrollo es muy importante, pero a la par con la serie nacional. La pelota tiene que ser un sube y baja. Si te mandan para abajo por poco rendimiento enseguida quieres volver a subir y pondrás más interés. También debemos buscar topes internacionales de nivel.

—¿Por qué no gana Villa Clara?

—(Se ríe) Al majá, si está en el suelo, dale en la cabeza. Ahora Villa Clara no sabe rematar. En la serie especial de los diez millones, Las Villas tenía que ganar nueve juegos para ser campeón y los ganamos todos. Pero eran otros tiempos.

martes, 3 de mayo de 2011

CUBA tiene un nuevo CAMPEON de pelota...


Después de 13 años Pinar del Río llegó a la tierra prometida, quizás en la peor barca, con el viento en contra, pero confiando en su historia, siempre con la certeza del campeón.

Otra vez los verdes se montaron en su Torre, esa que muchos conocen por Yosvani y pocos pudieron tomar.

Seis carreras fueron muchas para el apetito de los tigres, incapaces como gallos y elefantes de frenar a los vueltabajeros.

Apenas una vez inquietaron al minero, decisivo y vital, recordista con seis coronaciones a la hora de matar, simplemente letal.

El partido no tuvo mucha historia, Ciego marcó primero en el segundo, con bases llenas marcó solo una ahí terminó su historia y sus ganas de luchar.

Pinar respondió rápido, con tres en el tercero, a línea limpia, y el Cepero se tragó el rugido. 21 outs después murieron los de Roger.

La campaña vueltabajera no lleva epítetos ni frases grandilocuentes, solo trasciende por lo difícil, poco reconocible, y grandeza...a la vez de los peloteros más occidentales.

Quien vive en Cuba, específicamente en Pinar, disfrutó como nadie la victoria, pero al mismo tiempo escuchó con desconfianza la hipócrita alabanza lanzada por los medios nacionales...nada, que si el campeón de la Serie de Oro vistiera de azul, no gallos, pero pónganle el nombre al nuevo animal cantante.

Felicidade pues para el equipo Pinar de Río, más allá de sus apódos, a Urquiola, su cuerpo técnico y compañía, a los peloteros, el pueblo pinareño y todos los que desde el primer día vivieron los colores, a los demás; a los que no creyeron, solo dos palabras: PINAR CAMPEÓN. (Fuente: Periodico Guerillero)

sábado, 30 de abril de 2011

Novato Rabí mantiene a Ciego de Avila en la lucha en pelota de CUBA

Pinar del Río.- El novato Yadil Rabí lanzó este viernes como un veterano y guió a Ciego de Avila al triunfo por 3-1 sobre Pinar del Río para mantener a su equipo con vida en la Gran Final del Campeonato Cubano de béisbol.

Rabí, de 22 años de edad, lanzó ocho entradas y un tercio, en las cuales permitió una solitaria carrera, con siete hits y tres ponches propinados, para apuntarse el triunfo más importante de su corta carrera.

Fue el juego más grande de mi vida, confesó poco después el novel pitcher, quien aseguró que la presión por ganar y la del público rival lo incitan siempre a trabajar a su mejor nivel.

Los avileños se adelantaron en el mismo primer inning, cuando el jardinero central Yoelvis Fiss pegó elevado de sacrificio al jardín central para remolcar desde tercera al camarero Raúl González.

Imagen activa Fiss pegó un cuadrangular en la parte alta del noveno capítulo, con el cual igualó el récord de jonrones para una postemporada, con ocho, en poder del industrialista Alexander Malleta desde la temporada de 2007.

El jardinero central llegó también a las 23 impulsadas y se colocó a una del primado para rondas de play off, en poder del santiaguero Rolando Meriño, en tanto acumula 28 hits, los mismos que consiguieron alguna vez el santiaguero Héctor Olivera y el villaclareño Ariel Borrero.

Rabí tuvo un gran rival en el zurdo pinareño Julio Alfredo Martínez, pero esta vez el jovencito local no contó con el respaldo de los suyos, quienes dejaron muchas veces la posibilidad de marcar en las almohadillas.

A diferencia del as Vladimir García, la víspera, esta vez Rabí fue muy bien defendido, sobre todo en el cuarto inning, cuando el jardinero derecho Rusney Castillo saltó sobre las cercas y le robó un jonrón al inicialista Willian Saavedra, que hubiera emparejado las acciones.

Ambos equipos se moverán mañana a Ciego de Avila, en cuyo estadio, el José Ramón Cepero, se medirán el venidero lunes, en un choque para el cual el manager Roger Machado anunció al mundialista Vladimir García.

Alfonso Urquiola, el timonel pinareño, mandará al box a Yosvani Torres.

El primero en ganar cuatro partidos se convertirá en el nuevo campeón del béisbol cubano. (Hector Miranda, PL)

viernes, 29 de abril de 2011

Pinar del Río a un paso del título de la pelota cubana

Los Vegueros de Alfonso Urquiola pusieron en punto de mate la gran final de la pelota cubana, tras vencer en la noche de este jueves a la selección de Ciego de Ávila con marcador de cinco carreras por cuatro.

Los pinareños contaron con una excelente labor monticular de Vladimir Baños, quien durante las ocho primeras entradas apenas permitió una carrera sucia y dos imparables a los Tigres de Roger Machado, los que al campo defendieron muy mal a su principal carta, Vladimir García, lo que les comprometió el juego.

Los cuatro errores de los avileños posibilitaron que el marcador se separara y llegara a la apertura del noveno capítulo con diferencia de cinco por una. En esa situación, Baños concedió un boleto a Yorbis Borroto y permitió el tercer imparable a sus rivales, salido del bate de Rusney Castillo.

En esa situación, Urquiola apeló al relevista Jesús Guerra, el que fue irrespetuosamente recibido por Yoelvis Fiss con cuadrangular al primer lanzamiento que cerró el marcador, pero resultó imposible para los visitantes concretar el empate que tanto necesitaban para aspirar a una victoria que nivelara las acciones. En definitiva Guerra se apuntó juego salvado.

Ahora Ciego de Ávila enfrenta el difícil reto de triunfar en los tres desafíos pendientes para consumar su aspiración de llevarse el título de la Serie de Oro, un deseo que los pinareños aspiran impedir este propio viernes, cuando desarrollen el tercer juego como anfitriones en el Capitán San Luis, ante cuya afición quieren concretar la hazaña de hacerse de un campeonato que pocos vaticinaron.

Si la posibilidad de contar con su mejor carta, Vladimir García, le daba un ligero favoritismo a los avileños este jueves, este viernes la suerte parece estar del lado de los pativerdes, que pudieran depender del zurdo Julio Alfredo Martínez, mientras Roger Machado anunció a Yadir Rabí como el lanzador en el que depositará su confianza para lograr que el play off retorne al “José Ramón Cepero”. (Humberto Concepcion, periodico ESCAMBRAY)

jueves, 28 de abril de 2011

Delante Pinar del Rio en final de pelota de CUBA

La Habana, Cuba.- Por segunda jornada consecutiva, Pinar del Río superó a Ciego de Ávila en la Gran Final de la pelota cubana, con KO de (14x4), apoyados en su artillería pesada y buena faena monticular del derecho Yosvani Torres (15-8).

Los aficionados asistentes al estadio Capitán San Luis disfrutaron del despiadado ataque ofensivo desplegado por sus representantes, que incluyó bambinazos en el mismo acto inicial de Donal Duarte, William Saavedra, Mijaín Rivera y Reidel Álvarez, que decretaron la expulsión del box del abridor Yander Guevara (9-7) y el primer relevista Pedro Echemendía, completando un racimo de cinco rayas.

En el siguiente episodio, los ganadores volvieron nuevamente a la carga, fabricando un total de seis carreras, donde se combinaron doblete de Saavedra, sencillo de Rivera y pa´la calle de Luis Alberto Valdés, el número 26 de los más occidentales récord nacional para la postemporada, que fue ampliado a 27 en la sexta por el sustituto Pedro Luis Rodríguez, con soberana línea por encima de los colchones del jardín derecho, a costa de Víctor Baró, quinto tirador utilizado por el alto mando visitante.

Desde el montículo, el derecho de Minas se encargó de limitar la ofensiva avileña a siete inatrapables, a pesar de soportar cuatro limpias durante igual cantidad de entradas ponchando a cinco rivales, sumando su quinta sonrisa en los play off, líder junto a Vladimir García. El último capítulo fue tirado por Erlis Casanova que no permitió libertades

El propio derecho de Morón ha sido anunciado para trabajar por su equipo en el choque de este jueves, mientras por los anfitriones que dominan la serie (2-1) será el también diestro Vladimir Baños, que el pasado domingo se apuntó salvamento, con efectivo relevo de dos entradas y dos tercios en el José Ramón Cepero.

Obligados a ganar están los dirigidos por Roger Machado hoy jueves, pues de lo contrario se verán contra la pared a falta de tres encuentros. (Tomado de Radio Rebelde)